¿Qué es el Síndrome de Asperger? ¿Cuáles son sus características? ¿Está dentro del Espectro Autista?
El Síndrome de Asperger es considerado parte del Espectro Autista (EA) y las personas que pertenecen a este espectro se caracterizan por presentar desafios en la comunicación, la interacción social y patrones de conducta, actividades e intereses repetitivos y restringidos.
En el pasado, el Síndrome de Asperger se consideraba una categoría separada dentro del espectro autista, pero en la actualidad se considera un subtipo de autismo.
Según los criterios de diagnóstico actuales, el Síndrome de Asperger se engloba dentro del nivel 1 de los "niveles de apoyo" del EA. Es decir, las personas con Síndrome de Asperger tienen dificultades en la comunicación y en la interacción social, pero su nivel de funcionalidad es relativamente alto y pueden desemvolverse de manera independiente en la mayoría de las situaciones.
Es importante destacar que el término "Síndrome de Asperger" ya no se utiliza en la nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que se utiliza en la actualidad, y se considera dentro de la categoría general de Trastorno del Espectro Autista (aunque aquí hablaremos de Espectro Autista en línea con la comunidad autista). Por lo tanto, ahora se habla de personas con EA y de los diferentes niveles de apoyo que requieren en función de su nivel de funcionalidad.
Actualmente se utiliza el término "niveles de apoyo" para describir las necesidades de apoyo que requiere una persona dentro Espectro Autista (EA) considerando de su nivel de funcionalidad. Estos niveles de apoyo se utilizan para personalizar los planes de tratamiento y apoyo para cada persona con EA.
Los niveles de apoyo son los siguientes:
Nivel 1: Requiere apoyo mínimo: las personas con EA en este nivel pueden tener dificultades para socializar y comunicarse, pero pueden funcionar de manera independiente en la mayoría de las situaciones.
Nivel 2: Requiere apoyo moderado: las personas con EA en este nivel pueden requerir más apoyo en situaciones sociales y de comunicación, y pueden tener dificultades para adaptarse a cambios en su entorno.
Nivel 3: Requiere apoyo muy alto: las personas con EA en este nivel pueden requerir apoyo constante en todas las áreas de la vida, incluyendo en la comunicación y la interacción social, la planificación y la organización, y en la realización de actividades diarias.
Es importante destacar que los niveles de apoyo no son grados de autismo, sino que describen las necesidades de apoyo de la persona autista considerando de su nivel de funcionalidad. El término "grados de autismo" ya no se utiliza para clasificar a las personas dentro del Espectro Autista.
Se considera Autista a un niño, niña o joves que presenta desafíos en su desarrollo que se caracterizan por presentar dificultades en la comunicación, la interacción social y la conducta. Las personas con dentro del Espectro Autista (EA) pueden presentar una amplia variedad de características, que van desde leves hasta graves, y que afectan de manera diferente a cada individuo. Es por eso que en la actualidad se utiliza el término "niveles de apoyo" para describir las necesidades de apoyo que requiere una persona con EA conaiderando su nivel de funcionalidad.
Los niveles de apoyo se establecen a través de una evaluación detallada de la persona con EA, teniendo en cuenta su capacidad para comunicarse, su nivel de interacción social, su conducta y la adaptación a cambios en el entorno. Estos niveles no solo describen las necesidades de apoyo de la persona con EA, sino que también permiten a los profesionales diseñar planes de tratamiento y apoyo personalizados para cada individuo.
Es importante destacar que el EA es un trastorno que se presenta de manera diversa en cada persona, por lo que no hay una sola forma de tratamiento o apoyo que funcione para todos. Es por eso que es esencial que el tratamiento y apoyo se adapten a las necesidades individuales de cada persona con EA.
Además, el diagnóstico del EA puede realizarse en diferentes edades, desde la infancia hasta la edad adulta, y se realiza a través de una evaluación exhaustiva por parte de profesionales especializados en EA. El diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos y apoyos adecuados pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con EA y de sus familias.