La educación física y el autismo le hacen frente a la pandemia del COVID-19
"Es miércoles a la noche, Marcos se levanta, busca un pictograma, lo agarra, camina hacia el cronograma donde se le anticipa qué va a hacer durante el día y lo coloca. Es una foto. La foto del profe de educación física con quien todos los jueves por la mañana sale de su casa a realizar actividad física al parque."
No expresará verbalmente un “te quiero”, un “me gusta”, un “te extraño”, un “me encanta ir al parque” pero efectivamente lo puede expresar de otras maneras. De mil maneras. De otras maneras que esta sociedad moderna occidental tal vez no prioriza, valora o no espera. Expectativas ¿Importa lo que la sociedad espera?
Pero el dilema no va por ahí, o sí, porque lo que uno espera es importante y si es importante se vuelve una prioridad, una decisión, una acción.
Eso es lo que pasó y viene pasando desde el 20 de marzo de 2020 cuando se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en la República Argentina. Las personas con condiciones del espectro autista y con otros desafíos en su desarrollo no han sido la prioridad, o al menos no han obtenido la prioridad, que realmente se merecen.
¡Si! Rápidamente se habilitó bajo decreto la posibilidad de que las personas con autismo pudiesen tener el apoyo que necesitaran en su hogar, como también realizar salidas terapéuticas; pero del dicho al hecho dicen… que hay un largo trecho.
El miedo al contagio de las personas y sus familias, como también de los profesionales que debían prestar el apoyo presencial, hizo que literalmente se quedasen confinados, aislados, desprotegidos, olvidados. Sobre todo, esa población de la que se habla poco. Esa población con una necesidad de apoyo alto con grandes desafíos en su comunicación y su comportamiento. Esa población con un riesgo alto de quedar internada por la intensidad de sus conductas lesivas o autolesivas. Por sus colapsos, aunque la mayoría de las personas los denominen “crisis”.
Esto nos motivó a un grupo de profesionales de la educación física a trabajar en un documento que no sólo ofreciera seguridad para facilitar el apoyo presencial en la vía pública y/o parques a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo – contexto que manejamos y conocemos a la perfección – sino también seguridad a sus familias y profesionales que prestasen el apoyo. Un documento que ofreciese una mirada amplia de la actualidad y una reflexión sobre cómo repensar el futuro de los servicios de apoyo para esta población. Un documento que comparta esperanza.
Pero… ¿esperanza? ¿Cuánta importancia puede tener la actividad física? ¿Es prioridad? ¿No hay apoyos más importantes primero? ¿Y qué tiene que ver la educación física en todo esto?
Esperanza de que miles de Marcos en Argentina vuelvan a disfrutar de realizar actividad física (AF) de forma segura. Pero no cualquier AF sino una que les guste, motive y disfruten. Si les preguntara, ustedes saben que hay actividades físicas que disfrutan y que cuando terminan de realizarlas se sienten plenos, con ganas de más y relajados. Por el contrario, si realizaran una AF que no les gustara, el estrés y la incomodidad aumentarían. Este es el trabajo de los profesionales de la educación física. Que la persona se autodetermine y conozca sus preferencias, pero también que realice la actividad de la forma más autónoma posible. Para ello, hay que elegir los apoyos específicos al contexto, justos y realmente necesarios.
Hoy la evidencia científica sobre los beneficios de la AF en personas con autismo abunda. Por ejemplo el meta-análisis que realizó el Dr. Alhowikan en 2016 arrojó evidencia sobre:
✅ Mejoras la relación social con la comunidad circundante.
✅ Mejoras significativas en el desarrollo motor.
✅ Mejoras en el funcionamiento emocional y social.
✅ Disminución de conductas repetitivas, estereotipadas, y comportamientos perjudiciales para el individuo.
✅ Efectos positivos en las habilidades socioemocionales.
✅ Mejoras en la capacidad de comunicación y las habilidades de interacción social.
✅ Una mejor calidad del sueño.
✅ Mejoras la atención del tiempo en tareas requeridas.
Frente a una situación como la que estamos viviendo, cuidar nuestros niveles de estrés y salud mental es primordial. Ante una población en la que el estrés juega un papel importante para el desencadenamiento de conductas desafiantes que pueden producir situaciones indeseables, decidimos realizar este documento. Nos llena de esperanza, brindarle a muchos Marcos la posibilidad de transitar este momento histórico lo mejor posible, de sentirse acompañados y no olvidados. Asegurarle, a muchos Marcos, el derecho al juego, el deporte, el ocio y tiempo libre.
La esperanza es lo que nos movilizó a realizar el documento “Proteger derechos, prevenir contagios. Una propuesta para reflexionar sobre un nuevo porvenir en los procesos inclusivos en tiempos de COVID-19”.
Les invitamos a mirar el video de la presentación a través de mi canal de YouTube.
FUENTE: www.vultura.com.ar