El futuro ya llegó

  • Prof. Eduardo Sotelo

Trastornos en el desarrollo y la educación física – Los niños y niñas que nos desafían a repensar la educación del siglo XXI.

Un viernes fui a observar a Leo a su clase de educación física. ¿La causa? Que el profesor no lo había evaluado en el trimestre anterior. Asistía a cuarto grado de la escuela primaria. Manifestaba desafíos en su desarrollo y se habían incrementado en esta disciplina a partir del pasado año. Cuando le pregunté al profesor me comentó que a Leo no le interesaba para nada la clase. Que lo convocaba, lo tenía en cuenta, pero más no podía hacer.

Cuando hablé con la maestra integradora me expresó que el año anterior el nivel de participación de Leo había sido mayor pero desde que el profesor había cambiado la forma de dar la clase Leo había ido perdiendo interés poco a poco. Cuando le pregunté qué había cambiado, me comentó que habían pasado de jugar de forma individual o en pequeños grupos, a trabajar toda la clase en equipos de cinco niños y niñas, además de jugar mucho al balón mano o handball.

En las personas con desafíos en el desarrollo la dificultad reside en “las capacidades de decodificar, regular, modular y procesar la información sensorial y socio emocional provenientes de las relaciones” (Plebst, 2018).

Este desafío de estar regulado / presente para poder descifrar el contexto se hace mayor a medida que avanzamos en la vida social y se refleja en las actividades lúdico deportivas; si el contexto es el escolar, en la clase de educación física. Claramente, estos desafíos suceden o se incrementan si no existe coherencia en la práctica de enseñanza propuesta a través de la trayectoria escolar.

Por este motivo, pensé: dejemos a un lado a Leo, ya que no participa ni va a participar en toda la clase (partido de handball de cuarenta minutos). Y observemos a los niños que no tienen dificultades para lo lúdico deportivo. Empecé a mirar a Pedro, Martín y Pablo, conté cuántas veces tocaban la pelota, cuántas veces tendrían oportunidad para experimentar, resolver problemas y aprender.

¿Ustedes qué piensan? ¿Cuántas veces habrán tocado la pelota?

Entre los tres niños tocaron cinco veces la pelota en todo el tiempo transcurrido de la clase. La diferencia con Leo fue que no deambulaban, sino que corrían de un lado para el otro tratando de que sus compañeros les dieran un pase que, con el afán de ganar, no les daban.

Me volví a preguntar cómo se sentirían. Si para ellos sería agradable no tocar la pelota. Si eso era jugar o solo participar. Estar pero no estar, al mismo tiempo, para sus compañeros.

Y por último, me pregunté si era una buena práctica docente. Si el profesor había sido equitativo y si había pensado en cómo brindar una experiencia educativa para que todos tuviesen las mismas oportunidades de aprender.

Ese día no solo me pregunté por Leo sino también por Pedro, Martín y Pablo, que eran invisibles al resto, ya que ellos no se rebelaron. No molestaron. No desafiaron. Pero estaban ahí, presentes.

La escuela de hoy nos invita a deconstruir nuestras prácticas. Lo que nos enseñaron nuestros antecesores.

¿Y qué nos enseñaron? Según Tonucci: “Nos enseñaron a preparar al niño para lo que viene, para su futuro. ¿Y en su futuro qué será? ¿Qué será? Será como nosotros. Será un adulto. Por lo cual, nosotros podemos proponernos como modelos.

Claro, es un proyecto educativo muy conservador porque para mañana proponemos el modelo de ahora, que es de ayer.”

Como resultado de este modelo es que obtenemos permanentemente resultados como el de la clase que vivenciaron Leo, Pedro, Martín y Pablo. Quienes, muy diferentes entre sí, obtuvieron sin embargo la misma experiencia educativa.

Entonces, ¿cómo sería una clase de educación física del siglo XXI? ¿Cómo sería una clase de educación física inclusiva que provea una experiencia educativa para la niñez con y sin desafíos en el desarrollo?

Lo primero que debemos entender es que no es imposible. Y que lo único que es imposible es lo que no intentamos.

Si queremos atender la diversidad debemos diversificar nuestra práctica. Utilizando los mismos conceptos pero de formas diferentes, brindando múltiples opciones y posibilitando que nuestros alumnos tengan poder de elección. Lo segundo que debemos tener claro es que nosotros los docentes somos el factor de cambio en la escuela. Por este motivo necesitamos profesores convencidos, comprometidos e involucrados con la comunidad educativa. Solo así podremos diseñar nuevos entornos, desarrollar capacidad de escucha y romper con la estructura que venimos heredando desde hace décadas (Corso, 2019). Como resultado empezaremos a construir una clase de educación física de calidad que tenga:

Equidad: asegurándonos de que cada alumno tenga los apoyos y las ayudas necesarias para tener las mismas oportunidades de aprender.

Excelencia: no solo buscando la participación de todos sino también el avance en los aprendizajes.

Inclusión: asegurando que toda la infancia pueda aprender teniendo en cuenta las particularidades de cada alumno y favoreciendo valores que promuevan el respeto a lo diferente.

Derechos: poniendo la mirada y respetando los derechos de la niñez en general y las personas con discapacidad en particular.

Atención a la diversidad: enfocándonos en todos los alumnos. Conociendo sus gustos, creencias, fortalezas y desafíos.

Solo queda preguntarnos ¿Podremos? 

 

FUENTE: Ciudad Nueva

* El autor es profesor de Educación Física. Especialista en autismo y otros desafíos en el desarrollo.

** Artículo publicado en la edición Nº 606 de la revista Ciudad Nueva.

BIBLIOGRAFÍA:

Plebst, C. “Autismo: ser el cambio que queremos ver en otros”. 24 / 03 / 2018. Buenos Aires, Auditorio de la Fundación Beethoven.

Tonucci, F. (2014). “Más juego, más movimiento, más infancia”. Conferencia dictada el 1 de septiembre de 2014 en el marco del Programa “Escuela en Movimiento”, Buenos Aires, Ministerio de Educación, a través de la Biblioteca Nacional de Maestros y Fundación Arcor.

Universidad Autónoma de Madrid (2016). “Medidas para aumentar la equidad”.

Corso, S. (2019). “DUA: cómo llevarlo a la práctica”.